14/02/2017
La reforma de los hoyos y la reposición de las aceras en un tramo de la calle Carcaixent se suma a las últimas quejas sobre obras municipales con una ejecución que no cumple los criterios de accesibilidad. Se trata de una obra adjudicada por 67.000 euros.
La reforma de la calle Carcaixent se ha convertido en un ejemplo de los problemas de accesibilidad de la ciudad y la carencia de control sobre las empresas que realizan estas obras. Según ha publicado en las redes sociales el miembro de la asamblea de Castelló en Moviment, Benito Pérez, la reforma de las aceras de esta calle «son un laberinto para las personas ciegas, por lo que pedimos al consistorio que exigiera a la empresa adjudicataria que deshiciera el entuerto siguiendo criterios de accesibilidad».
Pérez ha expresado la «decepción» de Castelló en Moviment con esta reforma, y, relata que de nuevo se ha realizado «en esta segunda intervención a cargo de las brigadas municipales también sin cumplir los requisitos para que sea accesible para las persones invidentes».
En sus declaraciones el miembro de la formación municipalista se pregunta, «no hay ningún técnico en el Ayuntamiento que entienda de accesibilidad? Por qué se envía a las brigadas a solucionar el disparate realizado por la empresa adjudicataria?».
Para Castelló en Moviment este es un ejemplo de la necesidad de adecuar los espacios públicos del municipio a un diseño accesible y de aumentar el control sobre los contratos municipales. De hecho, la formación política ha llevado adelante varias iniciativas en el Ayuntamiento para afrontar esta problemática. Entre estas, la figura de un Inspector de accesibilidad y una nueva ordenanza municipal. El miembro de Castelló en Moviment señala que «tenemos claro que no se puede arreglar todo de un día para otro, puesto que hay mucho por solucionar en materia de accesibilidad, pero, es mucho pedir que el que se haga nuevo o se reforme se haga bien?»
Esta queja se suma a las realizadas esta semana con los problemas de accesibilidad de la calle del Tomillo y de Montornés del barrio de Grapa, y, a la demanda para que aumente el control del Ayuntamiento sobre las obras municipales, puesto que varios vecinos han expresado su malestar con la ejecución de reformas en el grupo Roquetes, en Grapa y Fadrell, así como en la calle Dolçainers del Grau de Castelló.
