04/02/2017

Plan gral zona marjaleria 01.jpg

El borrador del planeamiento urbanístico clasifica cinco tipos de suelo para adaptarse a la realidad del ámbito de actuación.

Los vecinos solicitan al equipo de gobierno que se realicen más obras antiinundaciones y se mejoren algunos viales.

El proceso de participación ciudadana en los barrios del futuro Plan General de Castellón ha abordado hoy la ordenación urbanística de la Marjaleria. El proyecto de partida apuesta por preservar los valores ambientales de la zona y respetar las edificaciones existentes a través de la clasificación del suelo en cinco tipos diferentes: suelo no urbanizable de especial protección, suelo no urbanizable protegido, suelo no urbanizable común, ámbitos de minimización de impacto y suelo urbano ámbito Marjal; ámbitos de minimización de impacto.

La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco; el concejal de Ordenación del Territorio, Rafa Simó, y otros concejales del equipo de Gobierno como Patricia Puerta, Verònica Ruiz, Ignasi Garcia o Mª Carmen Ribera han asistido a la reunión, en la que el coordinador del área de Desarrollo de la Ciudad, Fernando Calduch, y la jefa de Planeamiento Urbanístico, Consuelo Leal, han aportado las explicaciones más técnicas. Hasta el Centro Polifuncional de la Marina se han desplazado más de 150 vecinos que han participado activamente en una de las reuniones con más público del Plan General y que se ha desarrollado durante más de tres horas.

Amparo Marco ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos para que participen en el proceso de elaboración del Plan General y ha explicado que el objetivo del gobierno local es conseguir "el mejor Castellón para nuestro futuro". La alcaldesa ha afirmado que "tenemos que aprovechar la redacción del PG para dar una solución de consenso a la Marjaleria, un problema urbanístico, jurídico y social que nuestra ciudad lleva arrastrando desde hace más de 20 años". Por su parte, Rafa Simó ha insistido en la idea de buscar una solución para toda la Marjaleria y ha apostado por "una ordenación que regule las diferentes situaciones que conviven en esta zona y un urbanismo sostenible que ponga en valor su gran potencial medioambiental".

Clasificaciones de suelo.

El borrador del documento urbanístico destaca que la "singularidad de la franja de terreno localizada en segunda línea de costa reside en la presencia de áreas inundadas todo el año o gran parte del año que propician la aparición de comunidades muy características de notable importancia biológica". Además, señala que, pese a la antropización, "todavía se localizan enclaves más o menos naturales, donde el antiguo marjal se encuentra menos deteriorado y en los que se concentra la riqueza biológica" por lo que recomienda "su protección y preservación".

Estos enclaves corresponden a las zonas que en el Plan General se plantean como suelo no urbanizable de especial protección, que ya aparecen clasificados como Áreas de Interés Ambiental en el Estudio Ambiental y Territorial Estratégico, un documento que forma parte del Plan General. Un segundo grado de protección, el de suelo no urbanizable protegido, se aplicaría a los terrenos que conservan los valores propios de esta unidad ambiental y en el que se aprecian construcciones diseminadas de aperos y/o viviendas. Las edificaciones ya existentes en este tipo de suelo se respetarán y se permitirán obras de mantenimiento y conservación, pero no se permiten ampliaciones ni nuevas construcciones, según han explicado en la reunión.

Los terrenos que se proponen como suelo no urbanizable común comprende los denominados espacios de transición y aquellos otros espacios de la Marjaleria colindantes a los más antropizados pero que no han quedado incluidos en los ámbitos de suelo urbano. Al igual que en el anterior caso, se respetan las edificaciones existentes, se permiten obras de mantenimiento y conservación pero no ampliaciones o nuevas construcciones.

Se establece un tipo de suelo clasificado como ámbitos de minimización de impactos en el que las viviendas existentes, una vez concluidas las infraestructuras programadas para esa minimización de impactos, podrán ser legalizadas mediante la solicitud de licencia de obra de legalización. En este tipo de suelo, se permiten las obras de mejora y conservación pero no nuevas edificaciones.

Por último, se clasifican como suelo urbano ámbito Marjal las agrupaciones de viviendas que tienen una estructura y morfología de suelo antropizado, que coinciden con las actuaciones integradas en suelo urbano previstas en el Plan Especial de la Marjaleria, un documento que quedará integrado en el Plan General cuando se apruebe incluidas las modificaciones que se estimen o que recomienden otras administraciones. Dentro de este suelo urbano ámbito Marjal, se incorporan unidades de ejecución que no estaban contempladas en el Plan Especial de la Marjaleria pero que comparten las mismas características, tal como avala el Estudio Ambiental y Territorial Estratégico.

Aportaciones de los vecinos.

En cuanto las inquietudes de los ciudadanos, las cuestiones más planteadas han sido sobre las infraestructuras antiinundaciones y la situación de las acequias. En este sentido, Rafa Simó ha recordado que "uno de los ejes principales del Gobierno Local ha sido la inversión en infraestructuras antiinundaciones" y ha recordado que "en 18 meses hemos invertido 2,8 millones en este tipo de obras". El concejal también ha anunciado que "nuestra intención es continuar en esta línea, realizando las inversiones necesarias para minimizar los problemas de inundaciones como es el caso del colector de la Primera Travessera que se realizará este año".

Los vecinos también han trasladado a los concejales la necesidad de mejorar algunos viales de comunicación de la Marjaleria, como el camino de la Plana, una situación que el gobierno local ya está estudiando.