27/06/2016

La concejala de Gente Mayor, Mary Carmen Ribera, reconoce su "gran labor y compromiso social" en el acto de cierre del curso.

La concejala de Gente Mayor, Mary Carmen Ribera, ha reunido a los voluntarios y voluntarias del programa de protección escolar para reconocer "su gran labor". Ribera ha participado en una comida de hermandad para cerrar el curso 2015/2016 en la que ha agradecido la implicación de todos los voluntarios. "Este programa no solo contribuye a mejorar la seguridad en entornos educativos sino que también es una manera de poner en valor las aportaciones que hacen nuestros mayores y su compromiso con la sociedad", ha destacado la edil.

El Ayuntamiento de Castellón, con el objetivo de aumentar la valoración social del voluntariado, promueve acciones de reconocimiento como son la celebración del Día del Voluntariado, la participación en campañas municipales, la cesión de entradas para eventos de diferente índole, la organización de salidas y excursiones, etcétera. Los 16 voluntarios y voluntarias del programa escolar han permitido mejorar la seguridad en los entornos escolares de 14 colegios de la ciudad durante el presente curso.

El proyecto de voluntariado de protección escolar surge con el objetivo primordial de vincular a la sociedad en el desarrollo de tareas que ella misma demanda, cubriendo con actos desinteresados las necesidades generadas por la evaluación social. Se pretende, en líneas generales, promocionar el voluntariado y la participación ciudadana entre nuestros mayores, fomentando los valores de solidaridad, responsabilidad y progreso y crear espacios activos, dinámicos y creativos que promuevan la ocupación creativa del tiempo libre de nuestros mayores y redunden en una mejora de su calidad de vida.

Además, este programa desarrollado por la Concejalía de Gente Mayor también busca implicar a los mayores en el desarrollo de tareas desinteresadas que cubran las necesidades generadas por la evolución social.

Las funciones de los colaboradores en este proyecto consisten fundamentalmente en realizar las labores de control del orden en la entrada y salida de los estudiantes de los centros educativos, al inicio y final de la jornada escolar (9:00 y 17:00 horas) regulando la circulación rodada sobre los pasos de peatones, mediante el empleo de señales verticales y un silbato, invitando a los usuarios de la vía a que se detengan para permitir el paso del alumnado en ausencia de los agentes de circulación del cuerpo local de policía.